EMPEZAMOS POR EL FINAL

Si alguna vez discutimos las condiciones que generan la delincuencia, o la promueven, podríamos pensar en terminar con ella.

Discutimos la cárcel para nuestros jóvenes. Estamos empezando la discusión por el final. Al Estado argentino le preocupa la edad en que una persona puede ser imputable para castigarla. Como política hacia la juventud suena bastante pobre, ¿no? Nadie discute cómo educar, becar, trabajar, ayudar, formar a los jóvenes. Sólo cómo encarcelarlos.
El delito parece ser una cuestión de azar, de geografía, de horarios (¿o de raza?). Se cree que si la población carcelaria subiera de 60.000 a 3.000.000, el delito terminaría. Algo así como que la población dispuesta a violar el derecho a propiedad o a la vida es estable, y se trata de identificarla, procesarla y ponerla a resguardo de por vida.
Actuamos frente a los jóvenes como si ellos hubieran hecho el mundo; ellos y no nosotros. Tenemos hijos por azar, para que vivan nuestra vida, porque se pinchó el forro, porque ya es hora, porque creemos que unen a una pareja desunida, porque sí y porque –a veces– queremos tenerlos y son fruto del amor por alguien. Después, los tiramos en el colegio, pensando que es en ese sitio donde van a educarlos. Como el Estado desprecia a los maestros, hacemos lo propio: si un profesor aplaza a nuestro inocente niñito, decidimos que la culpa es del autoritarismo escolar, de la burocracia, del ministerio, pero jamás de la dulce palomita. Nos calificamos “amigos” de nuestros hijos cuando ellos esperan, en silencio, que seamos sus padres. Les transmitimos nuestros sueños: nada mejor que “salvarse”; la vida a veces da batacazos y se trata de esperarlos: esforzarse no vale la pena. Les dejamos absolutamente claro que tener es mejor que ser: un Mini Cooper, unas Nike, un buzo de GAP, un culo divino y un par de piernas largas (porque también se pueden tener personas). Les hacemos “sentirse parte”: de los vips, las tarjetas de crédito platino, el pase libre. Les exigimos que sean lindos, que estén despiertos y se muestren divertidos. Les vendemos drogas al efecto (¿o los jóvenes se las venden a sí mismos?) y después perseguimos a los más pobres por usarlas. Un día, el Dr. Frankenstein notó que el monstruo no lo obedecía. Y comenzó a temerle. Por supuesto, ya era tarde.
¿Es ésta una apología de los pibes chorros? Nada más lejano. Estoy diciendo que ninguna película se empieza a ver por el final. Si alguna vez discutimos las condiciones que generan la delincuencia, o la promueven, podríamos pensar en terminar con ella.
Nos asusta que roben. Que roben en una sociedad que sólo condena a los pobres que roban. Nos asusta que maten. Eso los vuelve imprevisibles. ¿Quién les venderá las armas? ¿Otros jóvenes o los adultos? Nos paraliza que no le den importancia alguna a la vida. ¿Le damos, nosotros, importancia a la vida de ellos?


OPINION - Jorge Lanata
(publicado en diario Critica de la Argentina. 10.12.2008)

http://criticadigital.com/index.php?secc=nota&nid=15399

de Gauchadas...

"no me harías la Gauchada? " ...... "Gracias por la Gauchada!"

:)

que linda palabra! bien argentina, bien informal, bien "macanuda"
de esas que te sacan una sonrisa..
de esas que ya te predisponen bien..
simpática.. no sé

Revelaciones...

Antes de ayer, al despertarme, tuve una Revelación.
Entiéndase por revelación a aquella idea y/o sentimiento que se aparece súbitamente como algo fijo, sellado, afianzado. Una verdad que se presenta sorpresivamente como algo ya establecido, sin derecho a réplica. Se manifiesta en el cuerpo como una sensación constante de alerta y vacío. Es indoloro y no produce angustia ni alegría, simplemente... inquietud, desasosiego, vacilación, duda. No es la simple visualización de una idea, no. Es ese momento que te para en seco, abris los ojos y decís "WTF?!!!!"
[dice el diccionario: REVELACIÓN. (Del lat. revelatio, -onis.) f. Acción y efecto de revelar./ f. Manifestación de una verdad secreta u oculta o de algún hecho ignorado. ]


Los días como estos son complicados.
Entiéndase por complicados a aquellos días en los cuales una, desde la primer apertura de ojos hasta el último cierre de los mismos, estará pensando Ú-NI-CA-MENTE en un tema. La persona en cuestión no sufrirá ningún efecto colateral, ya que no se verá perturbada por nada de lo que pase a su alrededor. El padeciemiento, las consecuencias afectarán directamente a su entorno, comprendido por todo aquel que intente tener algún tipo de comunicación o, peor aún, que dependa de este ente en cuestión durante el día señalado.


Las Revelaciones siempres son buenas.
Entiéndase buenas como sinónimo de positivas. Positivas porque aclaran la mente. Si bien los pasos siguientes a una revelation son la sorpresa-incertidumbre-análisis-sorpresa-incertidumbre-análisis Y MAS... sorpresa-incertidumbre-análisis, finalmente lograremos la calma con la clarificación de esta "verdad oculta o ignorada".
Las revelaciones en mi siempre fueron determinantes. Las pocas que he tenido, todas, han producido grandes cambios en mi vida y por lo general, bastante radicales.


Pero las Revelaciones son maleducadas!
Maleducadas porque llegan y se imponen sin pedir permiso. No les importa si no es el momento, si una no tiene tiempo, si una no tiene ganas o si los planetas no están alineados! Llegan y no te dejan escapatoria. Por más que una lo intente, no hay forma de hacerlas a un lado y dejarlas para después. Te obligan a hacerte cargo, a analizar, pensar, sentir, actuar, whatever. Pffff claro total...

"Estigmas del ayer"

"Melancolía de un pasado arrebatado. Huellas borradas por forasteros de una cultura que nos vio nacer. Contemplativa calma...Dioses de la tierra, se mimetizan y descansan en ella.Voces del más allá nos atestiguan sus inofensivas luchas.La más ardua de todas: sobrevivir a la memoria."


(Homenaje a los aborígenes)
ALEJANDRO COSTAS.-

Ohmmm...

Nuestra generación se enfrenta con el tremendo desafío de enseñar, capacitar, asistir a nuestros progenitores con internet y todo lo que implique "computadoras".

Algunos tienen la grandiosa suerte de no cargar con este yunque encima, dado que sus padres se han capacitado, ya sea en el trabajo o por su cuenta. Dichosos ellos... Pero lamentablemente son los menos. Me quedo con el primer gran grupo de "infelices", al cual claramente pertenezco.

Con ellos no hay temple que aguante. Cada uno con sus mañas... pero todos, ya sean más cancheros, lelos, miedosos o lanzados, TODOS se la rebuscan para volvernos locos hasta el punto de sacarnos de quicio.

Acaso alguien nos prepara para semejante grado de stress??! Quién dijo que somos nosotros, los hijos, quienes debemos enseñarles lo imposible?! Acaso el hecho de que nos hayan procreado, criado, cuidado, amado, les da derecho a pedirnos semejante castigo?! EH?!

Say no more

NI: - al final sos una embustera!
L: - ay que feo no me digas eso, por qué?
NI: - porque es asi! sos una embustera y lo peor es que yo soy tu embutido!
L: - jajajaj
NI: - de qué te reis?! se supone que estamos discutiendo!
L: - ok. sabes que, si... sos un salame, siempre lo supe



jajaj! q grande

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"como siempre: lo urgente no deja tiempo para lo importante."


(Mafalda)